El primer mensaje sostenido de Gabino Cué como gobernador de Oaxaca fue el de la reconciliación. “El pasado es importante para conocer nuestras virtudes y errores, más no debe ser motivo de recelos o rencores (…) Es por eso y por la visión democrática y progresista de mi Gobierno, que no se actuará buscando venganzas o creando culpables, sino construyendo acuerdos que promuevan y busquen la paz tan necesaria“.
Un discurso difícil de comprender cuando las y los oaxaqueños –y un México mayoritariamente esperanzado-, esperan de Cué una sanción ejemplar a las violaciones, actos de corrupción y autoritarismo que Oaxaca padeció bajo el puño de Ulises Ruíz Ortíz.
¿Tendrá Gabino Cué arrestos para hacer justicia o habrá pactado la absolución de Ulises Ruíz para tener un sexenio seguro?
En su toma de protesta, dijo el hoy gobernador: “Aún así, no permitiré la impunidad, y no habrá protección para quienes con sus actos traicionaron la confianza y la voluntad de la gente, desquebrajando así el tejido social del pueblo de Oaxaca. Pero será únicamente la ley quien pueda señalar y castigar a los culpables, sin intereses políticos, partidistas o personales. (…) Nadie estará por encima de la ley; quienes hayan violentado los derechos humanos o ignorado a la justicia, tengan por seguro que serán sancionados”
Pero remató:” El cambio en Oaxaca comienza con una nueva actitud del Gobierno… ¡La Reconciliación!”
Cabe recordar que el priísta fue condenado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos como un violador sistemático de las garantías de las y los oaxaqueños. Por su parte, la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos presentó un informe en el cual destacaba que entre junio del 2006 a abril del 2008 en Oaxaca se documentaron 62 casos de homicidios por cuestiones políticas o sociales, de entre las cuales figuraban los 26 muertos registrados durante el conflicto de la APPO, a lo que habría de sumarle las muertes ocurridas por el paramilitarismo tolerado en San Juan Copala y las desapariciones de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya.
¿Hacia dónde camina, pues, la pretendida reconciliación de Gabino Cué? Tiene el gobernador una posibilidad histórica en sus manos para seguir creyendo que en México las elecciones sirven para hacer justicia.
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